lunes, 9 de julio de 2012

Respiro el tiempo poco a poco sentada donde tanto te esperé. El aire me sabe a desengaño y todo es diferente, veo pasar a gente ajena e indiferente y busco mi entereza entre mis lágrimas, de pronto he descubierto que mi vida no es mi vida, tan sólo es un triste reflejo de mi estupidez. Llenaste mis días con tu fantasía.

Aun siento tu voz acariciando mi alma, te pido perdón pero no entiendo nada, me dejas descalzo y muerto el corazón. Aun siento tu voz.


Creí que nuestro cuento de hadas no acabaría; bajé la luna para iluminar con ella tu balcón. Crecí bajo el influjo del calor de tu sonrisa,  nos meció la brisa y así entre caricias estuvimos dibujándonos. Y ahora despierto vacía gritando tu nombre, no puedo creer que no soy nadie para ti; que no puedo llamarte y verte, no puedo besarte, no puedo quererte, no puedo abrazarte, no puedo mirarte… Todo terminó.

He descuidado todo lo que fui. Ha llegado el momento de ponerme en pie, yo nunca fui valiente para echar a andar hacia ningún lugar pero esta vez encontraré la fuerza, ya verás.

Y así, algún día no muy lejano, te prometo que seré capaz de ir a buscarte para tomar café y al fin podré verte de nuevo y no me importará que vengas de la mano de.

Airam

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