Todo fue tan perfecto porque no sabíamos si esa oportunidad, era la única que íbamos a tener para decirnos te quiero. La vida da muchas vueltas; ojalá que volvamos a encontrarnos en alguna de ellas. Sea como sea.

Sin embargo, no podía imaginar que una de las cosas que más echaría de menos, sería decir tu nombre. El simple hecho de nombrarte. Y es que me brotan flores de la boca cuando hablo de ti..

Lo he pensado tantas veces, cuántas veces me he perdido en esa boca, voy buscando por mi mente a ver si topo contigo y te equivocas.

Y yo pensando en llamarte, en buscarte, pensando ya en como desnudarte, en qué haría esta noche contigo y la verdad es que me sobra el tejido; y yo pensando en llamarte, en buscarte, pensando ya en como enamorarte, en probar ese lado prohibido; solo sé que si te veo multipliquesen por cien mis latidos, y aunque sé que es imposible me divierto imaginándome contigo. Me han dicho que estás con alguien, que te olvide, que jamás sabrá que existo, pero noto tu mirada y sabré esperar porque el tiempo es muy listo.

Y hasta aquí puedo leerte porque muero por tener algo contigo,
y tú conmigo,
que no te tengo y te quiero,
que quiero que estés conmigo...

Laura Ordoñez

"Date por muerta amor, es un atraco.
Tus labios o la vida."

"Imaginar los sitios posibles donde estabas, […]
saber que nos mirábamos antes de conocernos,

son capítulos largos de mi vida."

"Al cruzarse conmigo,
se detuvo un momento y me miró a los ojos:
no he venido a buscarte, no eres tú,
todavía."

"Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte."

Lanzarnos salvajemente a la autodestrucción cada vez que intuyamos la más mínima posibilidad de ser felices. Qué vicio, eh...

A lo mejor
no sé quién eres,
ni quién soy yo

pero tal vez,
sólo tal vez,

nos conozco.

Y a veces siento que acabo de despertar de un largo letargo, desde el que sólo podía percibir una profunda frecuencia de la vibración del mundo. Un eco sumergido. Creí que estaba presente, pero ahora veo que no veía. Que rozaron mis mejillas situaciones que creí vivir pero no fueron vividas. Sólo, en el mejor de los casos, percibido el aire que generaron al moverse. Y con esa referencia… vivir es raro y lento. A veces, apacible, a veces, desconcertante. A veces, veo cosas cotidianas con ojos de quien las ve por primera vez. No es que no las viera antes; sino que de pronto toman otra dimensión. Un color más vivo… puede que hasta otro significado.

Qué larga es la espera del reloj que no marca las horas.

La aguja larga ni siquiera arrastra los segundos...

Ahora que apretaste
la tecla play
me atreveré a decirte
lo que nunca
osaría proponerte
cara a cara

que oprimas de una vez
la tecla stop.

M. Benedetti

Algunas claves
del futuro
no están en el presente
ni en el pasado,

están
extrañamente
en el futuro.

M. Benedetti

Hay

ayeres

y mañanas

pero no hay

hoyes.

 

M. Benedetti

Y si decidimos sólo sonreír,

y si lloramos sin escondernos,

y si soñamos despiertos,

y si dejamos de tener miedo,

y si olvidamos nuestros errores;

sólo por esta vez.

Nos callamos muchas cosas porque no estamos preparados para oírlas (y escucharlas) en voz alta, como si darles voz las hiciera más reales e inevitables. El caso es que cuando caigo en la cuenta del error, pues nada, entran en conflicto mis ansias de corrección, mis principios, con mi pasotismo obligado y mis sentimientos; y hay sangre.

Qué manera de perder las formas,
y qué forma de perder las maneras.

Sentir que los límtes definidos de una realidad que creías conocer bien se desdibujan con el tiempo. Acostumbrarte a la niebla permanente, empapandote los huesos, los sentimientos, y la ropa.

También puedo sonreir mientras ese nudo de la garganta me asfixia y la ansiedad me da calambrazos en el pecho, se me da de puta madre.

Lo mejor de pelearme contra mí es cuando descubro que tengo más fuerza de la que pensaba. Nuevas magnitudes, mismos retos. Podrás sentirlo, podrás olvidarlo, incluso podrás hacerlo,... pero lo que no podrás será entenderlo.

 

Qué bonita contradicción sufro, ¿te la explico?.

Mi locura es sagrada.

No me toquen.

Solamente

"Ya comprendo la verdad

estalla en mis deseos

y en mis desdichas
en mis desencuentros
en mis desequilibrios
en mis delirios

ya comprendo la verdad

ahora
a buscar la vida."

A.Pizarni

Somos poses fingiendo ser poses

Yo y mi filosofía de bolsillo, mi filosofía de bolsillo y yo;
hojas desgastadas y letras descoloridas.

 

Somos dueños de lo que callamos hasta que de repente, son capaces de leernos la mente. Y eso sí que es poder. De cuando dices poco, y te entienden del todo. Decidir lo mismo, a la vez, y aun así no estar de acuerdo. Poco se habla de la crueldad de mezclar emociones y no saber cómo separarlas.

 

Somos poses fingiendo ser poses. Demasiado literal para no ser hasta ofensivo.

Nos falta intimidad para encontrarnos y espacio para perdernos.

Interrogo al silencio y se ríe de mis dudas;

este silencio está repleto de voces

y todas se repiten...

¿Sabes? He de confesarte algo. Te inventé un nombre y te quise. Que un día antes de escucharte ya bombardeabas mi corazón. Que dejé de no prestar atención a los detalles el día que te conocí. Que no necesitaba tu nombre. Que sabía que eras tú y no necesitaba nada más.

Pensarte es, algunas veces, lo único que me queda de ti, y otras, estas ganas imposibles de olvidarte. Cuando no se puede querer, ¿qué se supone que debo sentir?

Y así es como se acaba borrachos. Y eso. La pregunta es…

"Pero... en qué momento, de huída hacia delante, me encontré con un roce en el aire de los bares que valía por mil polvos."

Sabes que mis legañas llevan ahora tu nombre. Despertarme con una sonrisa triste, perdiéndome en mi misma en no sé donde y buscando no sé qué. Pensarte es atrevido, ya lo sé.

 

[...

 

                                                                                                                                              ...]

 

Hay tres líneas en blanco llenas de. Es más, también mis palabras. No preguntes, porque no sabré contestar. Son frases imposibles de escribir, de esas que queman gargantas cuando las pronuncias; esas últimas sílabas que me arrancan los sentimientos de cuajo, esos casi inexistentes silencios en los que puedo recuperarme hasta que de nuevo, esculpes otra palabra; y así, van marcando mi ritmo.

 

Así, ¿cómo?, ahora soy yo la que pregunta, sin esperar tener nada a cambio. Como otras muchas veces. Dejándome llevar sin prestar atención al sentido que tiene o no. Sígamos. Y concédeme esta fantasía. O quédate. O (des)aparece. No sé. Haz algo. Lo que quieras. Eres un etcétera de posibilidades.

Puede que el dilema se encuentre en mi maldita manía de acuñar miradas que no responden a las preguntas que dejo entre los dedos, y en la boca, y en la somnolencia de las idas y venidas que nunca se quedan.

Todo lo que no me permito decirte es todo lo que no te puedes permitir escuchar. Y estuviste, lo sé, en este mismo lugar pero en otro momento. Estás, lo sé, en este mismo momento. Estás, lo sé, en otro lugar.

La huida es sólo otra forma de llamar al miedo. Este sabemos, tú allí y yo aquí, pero sabemos. De eso se trata, ¿no?.

Esta distancia se vuelve terrenal, si ando de puntillas mis ganas se oxidan y la calle se me hace muy larga. Empiezo a recordar las tardes de invierno en casa. Nunca pensé en jurar bandera, tampoco sé si quiera qué hago metida en esta absurda guerra que me desvela.

Y tal vez, me asignaron tener
el peor papel,
de una obra,
de una obra sin telón...

Cápsula cinco

Esta vez voy a echar las cortinas para proteger éste habitat. Todo el mobiliario está empapado de rutina y es algo que quiero conservar. Vengo a devolverte partes que no encajan en el plan. No me obligues a explicártelo, si tú ya lo sabes. No te gustan las historias inconclusas y difusas, pero no te atreves a largarte ni a elegir entre tus musas. Ve, si hay doblete de poetas, yo mejor me quedo fuera no sea que me queme con tanta intensidad. Juro que no es por orgullo pero si me voy seguro que no voy a volver, así que no me esperes, ni te esperes que te espere yo.

Dijiste: 'Las palabras se las lleva el viento' Y yo dije: 'Porque las palabras, mi amor, están hechas de aire'.

 

Boza

Sin salida

No sé si estoy aquí o allí, no sé si estaba bien ayer, no sé, puede ser que sí. Tengo la misma sensación de cuando llego hasta el final de un camino estrecho y luego no hay salida, tienes que volverte marcha atrás y sólo con moverte ya molestan los demás que no quieren saber qué hay al final ni que se lo digas. Tengo la misma sensación de cuando estoy casi dormida, que todo me parece bien hasta empezar la pesadilla, no puedo despertarme porque no estoy dormida, no quiero acostumbrarme, vuelvo a estar tan confundida, tendré que acurrucarme y esperar en una esquina a que se haga de día y ya no esté perdida, que no esté tan dolorida para reconciliarme con mi vida, quiero recuperar mi vida, reconciliar mi vida.

La fuerza de un instante

No voy a olvidar lo mejor para evitar lo peor; me niego. Lo bueno siempre permanecerá. Todo pasa y todo queda. Ese punto justo entre querer y no poder, entre quererte sin querer; lo que nunca y siempre pretendí hoy se vuelve contra mí. Y ahora tengo que aceptar que volvemos a sumirnos en la oscuridad cuando estuvimos, cuando estuve tan cerca de la luz en ausencia de ventanas. Creo que ha llegado la hora de la despedida por un tiempo y dar vuelta a las cosas. Palos y piedras van a reconfigurarme la personalidad, seré fuerte y recolectaré mis pedazos con más paciencia de lo habitual.

Ojos. Nunca. Césped. Beso furtivo. Palabras. Carita de sueño mañanero. Batidos. Sonrisa torcida. Ganas de cambiar el mundo. Semáforo. Bicicleta. Chupitos. Calle. Miradas. Rutina. Rosa amarilla. Escaleras. Fotos. Escalofríos. Te quiero. Mensaje. Sandwich. Visita sorpresa. Compras. Ahora. Camisa. Concierto. Lágrima escondida. Un imán, el color azul. Partidos de fútbol. Abrazos de ciencia ficción. Canciones. Adicciones. Caricias de cine sin película. Biblioteca. Plancha. Tirantes. Ascensor. Alcohol y resacas. Hasta pronto. Cajones. Estanterías. Poemas. Libretas. Sentimientos. Horarios. Agendas. Ropa. Felicidad.

Intento sobrellevar este desorden caótico de mi mente y que ahora se parece más a un trastero de recuerdos.  

Es la fuerza de un instante.

Una mañana

Era una mañana de verano, faltaban minutos para que comenzara la reunión, y por el fondo de la calle divisé a dos hombres. Uno alto, el otro más bajo. Uno llevaba un gorro, el otro nada. 

A uno de los dos lo conocía, desde hace algún que otro año, al segundo lo iba a conocer esa misma mañana. 

Era un chico, de veinti pocos años, como yo. Pelo clarito, sonrisa bonita y ojos morenos que trasmitían una tranquilidad inimaginable. Le saludé, le di dos besos y entramos a la reunión. 

Eran las 9 de la mañana, había sueño, pero las ganas de preparar todo ganaban al sueño, al hambre o al cansancio.

No se porque, pero desde el primer momento en el que le vi sentí como si algo en mi interior había cambiado, me decía no te alejes de él. Me transmitía mucha tranquilidad, pasión en lo que hacía, y sobretodo buen rollo. 

Y no me equivoqué. Pasé junto a él ocho días inmejorables, insuperables, lo conocí un poquito más, me conoció un poco más y me conocí yo un poco más también. Supe donde estaban mis límites, pero hacía él, estos límites desaparecían, la timidez que tenía hacia los demás con él desaparecía. Era como si nos conocieramos de toda la vida, pero había algo entre los dos. Ahora lo podríamos llamar que había una tensión sexual no resuelta. 

Tras esa semana seguimos quedando, y esa tensión, a mi parecer, fue en aumento. Pero no paso de ahí. De una amistad forjada en un viaje, en un tremendo viaje, del cual tardaremos en olvidar. 

Yo me sigo acordando mucho de ese viaje y de él, es una persona a la que nunca olvidaré, aunque vayamos por caminos diferentes siempre tendré algo que contarle. 

Porque siempre serás tú, porque siempre seremos nosotros. Nuestra amistad por encima de todo.

Por una vez haré lo que me pida el cuerpo.
Por una vez seré lo que me pida yo.
Por una vez no voy a escuchar al resto.
Por una vez voy a ponerme alas.
Tengo que correr...

Y ahora toca levantar el vuelo,
deshacerme de los miedos,
ver el mundo a mi favor...

Conchita

[...]

"No me queda más remedio
que quererte un poco más,
aunque no quiera.

Y quiero,

bendita/maldita maravilla
de vida en movimiento."

En algún momento miras hacia atrás y te das cuenta de que lo que hoy queda sólo son recuerdos. Supongo que todas las cosas tienen un final, aunque duela, aunque no estemos preparados...Sí, el camino es duro, pero yo lo soy más, lo seré.

El tiempo juega en nuestra contra, corre demasiado deprisa, y lo único que no te va a gustar de esta vida es que te va a parecer demasiado corta. Déjame recordarte que estas aquí para ser feliz y que la coraza puede hacer a veces de refugio pero en realidad es nuestra cárcel.

Sé que la tristeza y la alegría viajan en el mismo tren; que puedes pasar del cielo al infierno en cuestión de segundos, que hay que joderse los lunes y alegrarse los viernes, y no queda otra.

He aprendido que no todo se puede explicar con palabras, que no hay respuesta para todas las preguntas, que no puedes congelar momentos pero sí recordarlos, que hay situaciones que provocan palabras y palabras que provocan situaciones. No nos damos cuenta de que las pequeñas cosas son las que valen, las únicas que permanecen. La verdadera felicidad no es aquella que carece de problemas, sino la que sabe cómo superarlos.

¿Quieres ver el mundo? Ven, mira, está bajo tus pies. 

                                                                                                                                                ©

Cápsula cuatro

En secreto dibujé
universos para ti,
y no sabes ni que existen.
Y con mi imaginación,
me colé en tu habitación
para verte desvestirte.
Tú presumes de saber lo que nadie sabe
y te atreves a contármelo.
Y esta erótica obsesión
solo aumenta la tensión,
que es lo único palpable entre tú y yo.

Cápsula dos

Ya me conozco las formas
de abandonar a su suerte a los pies de la cama mis sombras.
Es cuando se conforman
y me permiten algunas horas
para enterrarme entre tus pestañas.
Que se sacan a bailar cuando celebro el carnaval,
que nueve de cada diez minutos me lo vuelvo a preguntar.
Si, sacarte a bailar,
o echarme a llorar, o echar a volar.
Si, sacarte a bailar,
o echarme a llorar, o echar a volar.

Cápsula ocho

Cómo vas a comprender lo que yo misma no entiendo, déjanos arder, si las llamas son mi casa y te invité a este incendio.. Cómo voy a repostar, si no queda combustible para aterrizar. Reconozco que he pasado de los cálculos y vamos a estrellarnos.
Sólo quieres tranquilizarme, dándome abrazos que de nadie son aún.. Pero no entiendes que en esta ocasión, no hay nada que pueda salvarme. Y ahora tengo que aceptar que volvemos a subirnos en la oscuridad, cuando estuvimos tan cerca de la luz, aún, sin ventanas. Y las ganas de morir, se perdieron en tu bien. Y la esperanza de la revancha que se ajusta para mi.
Resucito...

Los conflictos de conciencia no se resuelven simplemente fingiendo que no existen. Ya sé que nadie es quien parece ser por fuera, debemos mantener las apariencias para sobrevivir. Pero entiende que la felicidad no nos encontrará; está ahí, siempre, esperando que vayamos a por ella.

Tendrás que admitir que mi punto excéntrico aspira a convertirse en el tuyo de fuga. Y de luz. Y de…

Yo reflexiono, tú reflexionas, ¿nosotros reflexionamos?

Buenos días. También malos.

Consciencia de ellos, tribulaciones, amor, salud, amistad, sexo, sueños, talento, ilusión, comida, energía, sangre, planes, ocio, perversiones, infidelidad, literatura, pintura, música, danza, ritos, religión, tecnología, ciencia, astronomía, fidelidad, carisma, matices, decepcione, mar y más... llegados a este punto, ¿qué sentido tiene nada en la vida si no somos más que animales?

Nunca dejará de significar mucho todo lo que hemos levantado, pero la sensación de vacío existencial y tal vez, y sólo tal vez, no sea tan terrible que nuestras vidas individuales carezcan de un sentido.

Pensar en esto me ha liberado el pecho de toneladas de mala concienia, de preocupaciones abrasadoras y me ha permitido pensar en la vida como un enorme pasatiepo en el que realmente sólo merece la pea hacer lo que mi instinto me pide.

Ya no quiero evolución, sí revolución.

Quizás me desdiga, pronto.

Boza

"Quizás el mundo ahí fuera es cruel y yo no me haya dado cuenta. Quién dicta lo que has de soñar, quién dice que eso no pueda cambiar jamás, quién se llevó la diversión de hacer lo que nos apetezca. Con estas ansias de contar todo lo que no me ha pasado de verdad he obviado lo fundamental, que es disfrutar con lo que hago; si hasta de ganar me canso... Vuelvo a tenerle miedo al cambio, ser un capricho y contradicción jamás me salió tan caro, todo está estancado, todo está tan raro y no sé qué hacer... ahora yo ya no sé qué hacer. "

Boza

La primavera rusa

Justo antes de dormirme

en ese momento en el que no sé

si izquierda o derecha

si arriba o abajo

quiero decir,

que ni siquiera me importa

porque me he convertido en un animal estúpido

sobre un lecho de hierba blanda,

justo en ese momento,

ocurre que una imagen muy poderosa

y…

Voy al barrio donde ya nadie me espera,
donde todo lo que importa es casi nada.

No me preguntes nunca lo que hice,
ni me preguntes
por qué.

He cambiado mi armadura
por una chupa gastada.

No te preguntes nunca si te quise,
ni me preguntes
por qué.

Carlos Salem

Esperando decía: qué pase algo, joder,
y que el tiempo no pase como si no pasara nada cuando sí lo hace: pasa.

Respiro el tiempo poco a poco sentada donde tanto te esperé. El aire me sabe a desengaño y todo es diferente, veo pasar a gente ajena e indiferente y busco mi entereza entre mis lágrimas, de pronto he descubierto que mi vida no es mi vida, tan sólo es un triste reflejo de mi estupidez. Llenaste mis días con tu fantasía.

Aun siento tu voz acariciando mi alma, te pido perdón pero no entiendo nada, me dejas descalzo y muerto el corazón. Aun siento tu voz.


Creí que nuestro cuento de hadas no acabaría; bajé la luna para iluminar con ella tu balcón. Crecí bajo el influjo del calor de tu sonrisa,  nos meció la brisa y así entre caricias estuvimos dibujándonos. Y ahora despierto vacía gritando tu nombre, no puedo creer que no soy nadie para ti; que no puedo llamarte y verte, no puedo besarte, no puedo quererte, no puedo abrazarte, no puedo mirarte… Todo terminó.

He descuidado todo lo que fui. Ha llegado el momento de ponerme en pie, yo nunca fui valiente para echar a andar hacia ningún lugar pero esta vez encontraré la fuerza, ya verás.

Y así, algún día no muy lejano, te prometo que seré capaz de ir a buscarte para tomar café y al fin podré verte de nuevo y no me importará que vengas de la mano de.

Airam

Ver para creer, mejor al revés; cambiar es posible, siempre lo fue. Tenemos que unirnos, luchar y vencer. El engaño se basa en hacernos creer que somos extraños, que hay poco que hacer. Yo solo quiero estar bien porque nací sin dudar y no pagaré por vivir. Nadie quiere hablar, no quieren que se sepa lo que está pasando, nadie quiere hablar... o acaso nadie está escuchando...

Boza

Me he atiborrado de realidades que no he inventado yo y las he vomitado. Generalizo, pienso y existo, pero en el fondo, siempre me asfixio.

Lo confieso, tengo un hobby. Durante horas y horas adoro reflexionar, plantearme preguntas, el pensar por pensar, y todo ello sin una finalidad en concreto, simplemente para ver hasta donde soy capaz de llegar, en cuantos bucles puedo entrar y luego no sé salir, qué sentimientos sin posibilidad de verbalizarlos me afloran, sentimientos que se fusionan unos con otros hasta no poder distinguir sus límites: felicidad, tristeza, angustia, optimismo, agobio, euforia, pánico… A pesar de que cada vez el recorrido es diferente, el resultado siempre suele ser el mismo, acabo mal, muy mal. Sin embargo, de vez en cuando lo necesito. ¿Por qué? …

Me niego a creer que algunas cosas son de verdad, en serio soy la única que piensa así… ¡venga ya, no me lo creo! Quizás soy un bicho raro, no voy a opinar sobre eso, pero, ¿de verdad que no os dais cuenta de lo que pasa a vuestro alrededor? Mentiras. Engaños. Sufrimiento. Miradas con odio. Insultos. Desprecio. Violencia. Etc etc. Prometo que intento ponerme en vuestro pellejo, de verdad, pero no os entiendo. ¿Tan aburrida es tu vida, tan inferior te sientes, tan poco te valoras que necesitas enfocar tu malestar hacia el resto? ¿Qué pretendes mintiendo o diciendo las cosas a medias tintas, regocijarte, que te supliquen, hacerte más interesante quizás? Insisto, no os entiendo.

Por fortuna no todo el mundo es así, las minorías también existen, para todo. Sé que algunos me entienden y piensan como yo, no igual porque es imposible, pero sí parecido, con la misma esencia, lo cual me consuela entre tanto –no sabría cómo definirlo- que percibo a mi alrededor.

Me declaro “vive y deja vivir” y pro-sinceridad.

Ven y dime esas cosas

que sólo tú sabes decir.

Dime que me quieres, bésame.

Suavemente tu voz me acaricia,

y mientras miras con malicia,
tus manos me buscan,

tus labios me encuentran.

Voy a esperar impaciente a que salgas de cada examen. Tengo las ojeras hechas a tu medida. Estaremos juntos y cansados cuando salga de esa barra esta noche. a veces, cuando estoy harto poniendo otra birra con prisas y sudando, te imagino saliendo del metro, acercándote como una fecha señalada, como una cita de primera vez. Mis sueños más X se sientan contigo en la cama para quitarte la ropa. tienes la piel blanca y brillas como un deseo en lencería. Incluso cuando te aprieto en el cuello y respiras convulsiones mordiendo la almohada, o me pones las piernas en los hombros y los pies en las mejillas y gritas como si ningún silencio estuviera a la altura de nuestras circunstancias, y me dices "haz lo que te dé la gana, pero a mí", incluso ahí, o sobre todo, se me escapan los te quieros como suspiros que no puedo retener por más tiempo en la boca. Es cierto: hacer el amor es solo una forma de follar; pero contigo son todas.

Tayler Durden

Tiempo muerto.

Otra vez.

No me entiendo.

No me aguanto,

ni tampoco a los demás.

¿Qué me está pasando?

No es mi intención.

Busco la solución.

Des-Tiempo.

"Tienes esa magia en la mirada que me hace no poder mirar a nadie más, esa magia en los labios que me hace extrañarlos cuando no los puedo besar, esa magia en las manos que al recorrer mi cuerpo me hacen volar... Y es que no hay nada más mágico que un segundo a tu lado, porque magia eres tú..."

El diario de Noa

En el día del libro...

Quiero que sepas que eres mi libro favorito. Desde tu portada que tanto me atrae hasta tus hojas que tanto me fascinan. Voy a recorrer todas tus páginas cuidadosamente y sin arrugar ninguna de tus esquinas, de principio a fin; ni siquiera me saltaré el prólogo como acostumbro a hacer. Voy a profundizar en tu lectura, cada día descubro más de tus márgenes, de tu fuente, de tus párrafos... de tu historia; me has enganchado hasta tal punto que voy a releerte una y otra vez. Quiero llevarte siempre conmigo, preferiblemente en la mano.

El silencio se apodera de mi

Mi cara es muy expresiva, sí. Es un acto reflejo; acción-reacción. Yo soy como soy.

No es que mi humor sea muy variable, sino que soy demasiado frágil aunque quizás no lo parezca, o eso me dicen a veces; pero sí lo soy, no soy una persona fría y sin sentimientos, que no llore desconsoladamente y a moco tendido no significa que no me duela igual o más; y quienes lo dicen está claro que no me conocen. Qué paradójico; no entiendo nada. Que siempre tenga una sonrisa en la cara no quiere decir que ni sienta ni padezca, también tengo mis días tristes y sufro…  Me jode, sí, me jode y mucho.

Con el paso de los años me he vuelto de cristal, frágil ante cualquier golpe y muchas veces he quedado hecha añicos, aun así siempre consigo recomponerme, pero cada vez cuesta más recoger esos trocitos del suelo y volver a unirlos para que formen una capa protectora sólida; llegará un día en que no exista un pegamento tan fuerte como para que esa vuelva a ser estable.

Aun así, yo me niego a resignarme porque sé que un día saldrá el sol.

Jamás encontraré un trébol de cuatro hojas, me da igual, te he encontrado a ti. Sin ser artista has pintado mis días de felicidad, hasta los lluviosos que tan poco me gustan.

Voy a tocar en el piano de tus costillas, sin hacerte cosquillas, mi mejor pieza. Bonita capacidad la tuya la de alborotarme los sentimientos. Créeme cuando te digo que me encantas, que eres lo mejor y que te quiero.

¿Qué escondes?

¿Qué escondes?

Dime que guardas bajo tu piel.
Estabas con una herida sangrando
y entre cañas y miradas el mundo se abrió ante ti.

Te encontrarás un ángel que te dé sus alas y que te quite el miedo a volar;
que rompa esa barrera que creció en tu alma que te dejó un viejo amor.

Vente conmigo de fiesta, con tu sonrisa mejor;
que nos encuentre el nacimiento del sol,
mañana por la mañana, estará esperandote.

Airam

Lunes. Lunas. Lunares.

Empieza el inventario de lo que quiero hacer contigo.

Hacerte lunes, para empezarte un poquito con pereza, un poquito con ganas. Hacerte lunas de suspiros que se cuelguen en tus preciosos ojos y brillen a la luz del día. Hacerte lunares, por el puro placer de descubrirlos en tu piel con las yemas de mis dedos.

¿Qué quieres que te diga?

Allá cada cual con sus decisiones, si debes o no, si está bien o mal... Ponte en mi situación, ¿a ti te gustaría? No, pues no lo hagas; sí, pues adelante.

Ya sabes lo que opino. Haz lo que consideres.

Simple pero complejo

Llevo varios días, varias noches, soñando con esa persona que un día amé, esa persona con la que el tiempo se detenía. Eramos los dos personas adultas, pero como se dos colegiales se tratase, ninguno de los dos, dijo nada. Uno por miedo al rechazo, el otro por vergüenza o por reparo, en definitiva, ninguno dio el paso. 

Al cabo de unos meses, esas dos personas se separan, se alejan, y va desapareciendo esa química que había, esa chispita que hacía que cada día luchará para conseguirle. 

Llega un momento, en el que te planteas si será bueno tenerle a tu lado, pero como pareja. En esos momentos, quién sabe si sólo sería para una noche, o para toda la vida. Lo que yo se, es que si hubiera sido para una sola noche, me hubiera hecho más daño que si no pasara nada. 

Piensas que es mejor tenerlo como amigo, y que con el tiempo se pasará, conocerás a mas gente, y te olvidarás. Pero eso es la teoría, y encima, lo sabes. 

Puedes estar un par de meses sin saber nada, sin hablarle, y ciertamente, sin pensar en esa persona tan especial, pero de repente, ves una foto, bendita foto, y recuerdas todo lo que pasó entre los dos, y entonces es cuando te das cuenta de lo idiota que fuiste, por no decir nada, por callarte lo que sentías. Y ahora sabes que está en los brazos de otra, si, con la que le ayudaste cuando estaba mal, cuando peor lo estaba pasando, si, estabas tú, y te preguntas ¿Se dará cuenta de quién tiene a su lado? ¿Se habrá dado cuenta de que le miro de manera diferente desde hace un tiempo? 

No sabes la respuesta de esas preguntas, por que tienes miedo a preguntarlas o miedo a las respuestas, por que sabes que si estas con otras personas que saben lo que sientes, no eres capaz de mirarle a la cara, porque cuando estás hablando te pones nerviosa, no sabes de que hablar, ni cómo mirarle para que no se note ese cosquilleo que sientes en tu estómago, si, eso que se siente cuando estás enamorado. 

Pero pasa el tiempo, tú cambias, el otro también cambia, tomas prioridades en tu vida, tomas decisiones, alguna acertadas, otras erróneas, pero te das cuenta que en ese momento, tus decisiones no fueron las más acertadas, pues te han perjudicado, y meses después, pensando que lo has superado, que has ganado la batalla, ves una simple foto, simple pero a la vez compleja, donde vuelves a ver todos tus sentimientos reflejados en la mirada.

Cuando dejas de creer en ti,
algo se apaga en el país de los espejos
que muestran tu verdad.
El resto de los cristales mienten por envidia,
y solo existen si los miras.
No vas comerte el mundo,
quizás,
pero el mundo está esperando tus mordiscos.
Yo también,
por motivos similares y diferentes.
Si ya eres todo lo que eres,
sin saberlo,
cuando sepas,
sólo te frenarán tus propios frenos,
y nada te hará caer, salvo tus zancadillas.
Y allí estaré, con el brazo tendido,
aunque tu tacto queme,
para levantarte de un suelo
que no merece tu caída.

Carlos Salem

Nunca terminas de comprender mi obsesión por mordisquearte la región más cercana a la nuca del trapecio.

Pero yo no ceso en mi empeño.

Que tu película no ha hecho más que empezar,
faltan por rodar las mejores escenas.

Si el amor, como todo, es cuestión de palabras,
acercarme a tu cuerpo fue crear un idioma.

"Ando al borde de los equilibrios en la suma de tenerte y darte un pellizco
para saber que es verdad,
que existes en serio y eres capaz de sostener toda una realidad a tu antojo
y es este nunca mirar hacia atrás cuando te tengo delante,
este deslizo primavera en tu espalda,
esta manía mía de no acostumbrarme a verte inmiscuida en mi mundo..."

Carlos Salem

"De lo que estoy seguro
es de que intentaré tocarte sin mapas
todo lo de dentro
sin descuidar por supuesto
lo de afuera"

Carlos Salem

Reflexiones ...

Siempre he sido una persona amable, sincera, cariñosa incluso un poco inocente, competitiva, perfeccionista,  pero sobre todo siempre he sido humilde. 

No provengo de una familia adinerada, ni rica, sino de una familia trabajadora y humilde, desde la cuál me han transmitido una serie de valores que debo poner en practica en la vida diaria.

Digamos que en mi vida, ha habido tres cambios significativos. El primero fue el cambio de instituto. Ese gran problema para muchos adolescentes de hoy en día, que por malas notas o mal comportamiento, sus padres se ven obligados a cambiarlos. Y ellos, piensan "Oh dios mio, dejo aquí a mis mejores amigos", ¿estás seguro que son tus mejores amigos? Si es así, estés donde estés siempre estarán a tu lado, allá donde vayas ahí estarán. Pero si pasa el tiempo, y pierdes contacto con ellos, llegará el día en el que ni se acuerden de ti, igual por tu cumpleaños... y si se lo recuerda alguna red social... 

Pero lo cierto es que un cambio de aires nunca viene mal, conocer más gente, ampliar tus horizontes, saber que puedes hacer ciertas cosas que antes no podías hacer, o que "tus amigos" no te dejaban hacer. Cambiar puede ser bueno. 

Mi segunda para, es pasar del instituto a la universidad. Dejas de ser el mayor del colegio, para pasar a ser el novato de la universidad, el ingenuo, inocente, estudiante de 18 años que se ve envuelto en una gran situación. 

Ha tenido que tomar una gran decisión, qué estudiar. Has vuelto a cambiar de aires, tus amigos no están contigo estudiando, pero sabes que los tienes cerca, pues todas las facultades están al lado. Quedas con ellos, pero ya no es lo mismo, cada uno tiene un grupo de amigos de clase, con los que sale los famosos jueves universitarios, y digamos que te sustituye poco a poco si no sabes mantener esa relación.  

Durante cuatro o cinco años, vas a convivir con ciertas personas, que alguna te caerá bien, otra mal o regular. Unos sacaran mejores notas, otros peores, tienes que aprender a respetar a todos, y a ser humilde, pero sin olvidar que estas compitiendo con diez compañeros más. 

El tercer cambio, aun no lo puedo contar, pues no ha llegado todavía. Ese tercer cambio será cuando acabe la carrera. 

Tendré la carrera de Geografía en mi poder, ¿y qué? seré una persona más con título universitario que está esperando en la cola del paro. Esa es una posibilidad, la otra, es, el primer paso que se da para el gran cambio tras acabar la carrera, y es el tener ambición, querer conseguir más, en mi caso sé a lo que me quiero dedicar, está bastante difícil conseguirlo, pero como suelo decir, me gustan los retos. 

Y qué manera mejor de encaminar mi segunda etapa de mi vida, intentando llegar a un reto, a una meta, para muchos inalcanzable, para mi alcanzable, con apoyo o sin apoyo, con respaldo o sin respaldo, con toda esa gente que en un principio me decía que no iba a llegar a la universidad...

Lo que tengo muy claro también, es el párrafo que pondré cuando haga mi tesis. Una primera parte agradecimientos a los profesores que hayan ayudado, y la segunda será una frase para todos aquellos que nunca creyeron en mi, y que nunca me apoyaron, que tiraron la toalla por mi, pero que yo nunca tiré. A todos ellos, GRACIAS. Habéis conseguido que me haga más fuerte, que consiga mis metas con mucho trabajo y esfuerzo, ya que a NADIE se le REGALA NADA. 

Uno sabe cuándo hablar o cuándo callar. Cada persona sabe cómo debe de actuar o si no debe de actuar. 

Muchas personas se caracterizan por tener un gran corazón, una gran personalidad, pero que los demás lo tratan como si fuera tonto, por ser mejor persona que el de enfrente.

Puedes confiar mucho en una persona, contarle todo aquello que te preocupa, pero siempre hay algo que no quieres contar, ya sea por vergüenza, por timidez, da igual, no siempre hay que contar nada. 

Simplemente, si esa persona te conoce, debe saber con un gesto, o una mirada, que necesitas tiempo, o que solo necesitas estar sola, sin que nadie te pregunte ¿Qué te pasa?.

Es una sola pregunta, pero que trae consigo muchas dificultades a la hora de hablar, puedes contestar un simple "nada" o un "nada, no te preocupes", porque no siempre estás preparado para que alguien sepa lo que de verdad te pasa. 

Puede ser un tema amoroso, económico, de salud o simplemente un bajón que nos dan a todos, pero lo último que quieres es que la persona en la que confías te deje de lado, y piense que estás en contra de ella.

Siempre nos apoyamos en alguien que nos transmite tranquilidad, o nos transmite confianza, pero ¿qué pasa si esa confianza, esa tranquilidad desaparece? ¿Qué podemos hacer ante eso?

Y entonces ocurre...

Bajo un cielo más azul que tu mirada, despiertan mis labios.
Pronuncian tu nombre.

¿Abandono? ¿Sigo?

Todos, en algún momento tenemos momentos de debilidad, momentos en el que queremos abandonar todo, en que queremos tirar la toalla.  

Pensamos que todo esta en nuestra contra, que no nos sale nada, que todo es negativo a nuestro alrededor, pero sabes que los que tienes a tu alrededor si levantas la mano te van a ayudar y te van a aconsejar con todo su cariño y amor. 

Pero en un momento dado, una mañana, te levantas y analizas en este caso tu curso académico. Te ves en segundo de carrera, asumes que alguna asignatura va para septiembre, que estudias, te esfuerzas pero no ves recompensado tanto esfuerzo. En ese momento no hay ninguna amistad o familiar que te pueda ayudar, pero sí que tienes, a una persona a la que le has confiado tu futuro, el que te enseña cada día, sí, tu profesor. 

Es un poco raro preguntarle así sin más, añadiendo que es por una red social, te armas de valor y le preguntas: "¿Es normal que a veces te den ganas de dejar la carrera? Y en este momento es cuando tu vida coge un poco de sentido. 

Sabes que puede contestar de mil maneras, pero te contesta con un "jajajajajajajajajaa" y un "pues anda que no te queda", y añade:" Lo que tienes que tener claro es que todo cuesta mucho esfuerzo y si te merece la pena ese esfuerzo, si es así, pues nada, a sufrir, que en esta vida nada es gratis ni fácil" y piensas vaya, directo y sin rodeos, pero es mejor así, no sirve de nada que te digan lo que quieres escuchar. 

Sigue la conversación, y llega el momento en el que una de sus frases te hace pensar, reflexionar lo que estas haciendo. Te comenta " Te gusta la Geografía? Si es así, sólo te queda seguir adelante y si algo no funciona, pues hay que cambiar la estrategía, ABANDONAR ES DE COBARDES". Zas, ahí ha dado con la clave, abandonar es de cobardes. Analizas esa frase, y llegas a la conclusión de que tú no eres una cobarde, que te gustan los retos, y que no vas a abandonar jamás. 

Parecerá una tontería, pero esa conversación de escasos treinta minutos, me hizo pensar que igual a corto plazo el esfuerzo de estos dos primeros años no lo he visto recompensado, pero que a largo plazo lo veré. He de decir, que ahora en tercero de carrera me han surgido nuevas dudas, nuevos miedos, nuevas incertidumbres, pero ¿a quién no?. 

Me queda mucho recorrido por andar, especializarme en un campo difícil de entrar, pero, ¿Por qué no?, me gustan los retos, seguramente tendré muchas adversidades, muchas injusticias, mucha o poca suerte, o igual va todo sobre ruedas, pero lo que sí que sabré es que estoy en el camino correcto, me gusta lo que estudio, disfruto cada día aprendiendo como si fuera el primero de carrera, intento ser mejor cada día, tanto académicamente como personalmente, y en cierto modo, esta conversación me marcó el camino a seguir, esforzándome cada día, paso a paso. 

Y solo decir a este profesor GRACIAS, sé que no lo va leer, pero los demás sí, e igual alguno se da cuenta de que tiene un profesor así en su carrera y le puede ayudar como me ayudó a mí. 

Robando luz con la mirada
con aires de despreocupada
siempre, siempre sonriendo.

Ábreme la puerta de tus laberintos
y que me lleve a tus abismos,
sin que te diga nada.

Vámonos a regalar sonrisas.

¿Por qué no entiendo ciertas cosas?

¿Será que soy de otro mundo?
¿Será que soy de otra pasta?
o ¿será que simplemente soy rara?
No lo sé.

Soy una especie en extinción al parecer,
una incomprendida a veces; pero así soy yo.
No puedo cambiarlo,
y aunque pudiera, no quiero.

Amiga, aplica todos tus conocimientos
y hazme un cohete que me lleve de vuelta
al lugar del que sin darme cuenta me escapé de mis similares.

Aquí sentada mirando al espejo
que me devuelve esa imagen difusa
de mi rostro, no sé que me pasa
me siento extraña, fuera de mi...

La Felicidad

La Felicidad, bonita palabra ¿verdad? pero difícil de conseguir en esta vida, ¿no? Trabajo, estudios, el hogar, la familia... situaciones en la vida que te entristecen, que te hacen perder los nervios, momentos en los que pagas el plato roto con esa persona o esas personas que están a tu lado ayudándote cada día.

Entre tantas malas noticias que recibimos, y nuestro día a día, es difícil sacar una sonrisa, pero siempre hay una persona que consigue que sonrías, que te rías a gusto, que te olvides de los malos momentos que has pasado o estás pasando, esa persona que te hace sentirte especial, como si no hubiera nadie más a tu alrededor...

La felicidad está al alcance de todos, sólo tenemos que querer cogerla, dejarnos ayudar, que el que está a nuestro lado nos ayude a desconectar, porque aunque nuestro entorno esté triste o enfadado, si nosotros radiamos una sonrisa se contagiará.

Hay que ser felices, la vida no es para siempre, vive el momento, vive feliz, haz feliz y ayuda a ser feliz. 

¿Quién no tiene valor para marcharse?

Que no dejas que te quieran,
solo que te abracen.

Me queda grande la piel por haber dejado atrás un par de kilos de corazón...
Y dime tú; dime tú si hago bien o mal.

En un vaso de colores me he bebido tu recuerdo esperando encontrar tu sabor en ese arcoiris de miedo. En un viaje sin destino, he caminado tras tus pasos. En busca de ese camino que un día se me escapó de las manos; apurando el último silencio…

He discutido con mis palabras, unas quieren que te olviden, las otras que no lo haga; unas escriben tu nombre, las otras maldicen tu sombra. Se pelean conmigo y no sé qué decirles…

Va por ti María

Me gustaría dedicar esta entrada a una persona especial que se ha ido convirtiendo en alguien importante para mí. Una gran amistad que día a día va a más.

Esa persona es María Royo. Va por ti.

Compañera de blog, gran geógrafa y futura especialista en biogeografía (aunque ya lo es), gran portera, gran confidente, gran amiga y mejor persona con un corazón enorme... y podría seguir.

Es curioso, pero te conocí a raíz de la II Caravana, nos presentó una de tus compis hace dos Pilares, una noche en la que los geógrafos invadimos interpeñas. Poco a poco fuimos hablando más y más. A simple vista se ve que eres buena persona, pero no me imaginaba hasta que punto.

Ya desde el principio también estuvimos hablando de formar un equipo de fútbol, pero no pudo ser... Por fin este año ha sido posible, estoy muy orgullosa de que lo hayamos conseguido, de que seas nuestra segunda delegada y portera indiscutible que saca de quicio a cualquiera como ya demostraste en el amistoso, y lo que queda... que se preparen.

Si no me equivoco, fue en Soria el año pasado cuando se fue estrechando nuestra amistad. No se me olvidará el paseo por el pueblo y aquel perro siguiéndonos, la partida de cartas tiradas en el suelo del pasillo y tu mano vendada con gran maestría jajaj. Y por supuesto, la conversación que tuvimos sobre la amistad, no sé si te acordarás.

Desde entonces, ha ido a más. De nuevo este año en la III Caravana, se acabó de consolidar nuestra gran amistad a pesar de que hubiera pequeñas disputas sobre qué grupo era el mejor, ya sabes cual es mi respuesta querida compi de bus...

Eres mi gran confidente, te he contado muchas cosas que a nadie más, mis preocupaciones, problemas... Gracias por todo, ya sabes a lo que me refiero. Me has ayudado mucho. Al igual que me has demostrado una y otra vez, tú también me tienes para lo que quieras y necesites, ya lo sabes.

Brindo por los momentos que hemos vivido, y por todos los que nos quedan. Chin chin.